12 junio 2021
La contaminación acústica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es uno de los factores ambientales que provoca más problemas de salud. Y en la cotidianeidad, existe una exposición sustancial a distintas fuentes de generación de ruido. A ese respecto, de acuerdo a la OMS, las ciudades se han convertido en el epicentro de contaminación acústica. Según el Ministerio de Medio Ambiente, se define a la contaminación acústica como cualquier sonido que sea calificado por quien lo recibe, como algo molesto, indeseado, inoportuno o desagradable, generando impactos nocivos sobre las personas y los distintos componentes del medio ambiente. En este sentido se entiende por ruido molesto cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 db. En consecuencia, este estamento recomienda no superar los 65 dB durante el día e indica que para que el sueño sea reparador, el ruido ambiental nocturno no debe exceder los 30 dB.
Las principales fuentes de generación de ruido reconocidos por el Ministerio de Medio Ambiente son: (a) el tránsito vehicular, aportando con el 70% del ruido ambiental de una ciudad, dependiendo además del estado de las vías de tránsito, el tamaño del vehículo y la frecuencia en el uso de la bocina; (b) las carreteras, ferrocarriles y aeropuertos que perjudican principalmente a las comunidades aledañas; (c) las fuentes fijas como industrias, centros comerciales, pubs, faenas de construcción, entre otras, que al estar dispersas en toda la ciudad generan un impacto indirecto sobre el ambiente sonoro; y (d) actos y conductas ruidosas, que versan sobre actividades cotidianas.
Los principales efectos de este tipo de contaminación, no sólo perjudica a las personas, sino que, a las especies animales, teniendo impactos ambientales y efectos adversos sobre la conducta de especies silvestres: desorientación, problemas alimenticios, migración y propensión a ser presa de sus depredadores.
En cuanto a los efectos sobre los seres humanos, el año 2005, la OMS y expertos de la Universidad de Chile determinaron los siguientes efectos de la contaminación por ruido: (a) físicos, tales como: aceleración de la respiración y del pulso, aumento de la presión arterial, gastritis, problemas neuromusculares que ocasionan dolor y falta de coordinación, disminución de la visión nocturna, aumento de la fatiga y dificultad para dormir, hipoacusia, desorden hormonal, entre otros; (b) psicológicos tales como estrés, insomnio, irritabilidad, síntomas depresivos, falta de concentración, rendimiento menor en el trabajo, etc.; (c) sociales: problemas en la comunicación, aislamiento, ya que ante la incapacidad de comunicarse adecuadamente el organismo tiende cada vez más a evitar la comunicación.
17 de mayo | Por Diego Reyes Espinoza
Columna de opinión publicada en El Insular por Mg. Diego Reyes Espinoza, Director de la Escuela de Ingeniería Ambiental, Universidad Austral de Chile Sede Puerto Montt.
El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, y es fundamental el fomento al hábito de reciclar en todas las edades, donde la educación es la mejor estrategia para infundir el respeto e importancia hacia el cuidado del planeta y a entender que medio ambiente no es un concepto aislado de los seres humanos, sino todo lo contrario: TODAS Y TODOS SOMOS PARTE DEL MEDIO AMBIENTE.
Por otra parte, sin perjuicio de lo anterior, este día es necesario resaltar, aquellas/os artífices en la creación de sistemas de recolección residual, creando y manteniendo, como expresa Pamela Poo (2020), “una cadena de valor por iniciativa propia, dado que a veces la vida no les ha sido fácil (…) han logrado generar una gigantesca hazaña. Estos pioneros/as han tenido numerosos nombres (…), hueseros, cartoneros, botelleros, entre otros y han relevado la importancia de reciclar antes de que esta acción fuera conocida o se crearan empresas para gestionarla”; y que hoy por hoy son conocidas y conocidos como recicladores de base.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, las/os recicladores de base se dedican de forma independiente a actividades de recolección, separación y comercialización de residuos para el reciclaje, de donde obtienen sus ingresos a partir de la venta de materiales reciclables y reutilizables a empresas recuperadoras, intermediarios o centros de reciclaje. Para obtener este material, recorren calles para recoger los residuos reciclables, seleccionándolos, almacenándolos y transportándolos hacia el lugar de venta, las que se coordinan con rutas y horarios de recolección.
Sin embargo, en los últimos años si bien ha habido avances en la inclusión de los recicladores de base en Chile, principalmente por la existencia de la ley REP, esto por sí solo no es suficiente, ya que como menciona Pamela Poo “se requiere profundizar su inclusión a través de diversas políticas públicas, contar con un catastro nacional y continuar apoyando su certificación. Lo anterior porque los recicladores no sólo deben ser incluidos, sino que su labor reconocida, a través de diversos mecanismos entre ellos el pago por servicio”.
En este mismo sentido un aporte que todas y todos podemos hacer a la labor que de las y los recicladores de base es separar los residuos en origen evitando así accidentes laborales o focos infecciosos por contacto con la mezcla de residuos que significa un contenedor de basura. Además en este tiempo de pandemia, uno de los sectores más expuestos es el de la recolección de residuos, ya que se arriesgan permanentemente ante el Covid 19 y sus implicancias en cuanto a protocolos sanitarios se refiere, teniendo que disminuir su trabajo y, por ende, sus ingresos; por lo que es de vital importancia que tanto la ciudadanía como el estado provea de recursos de emergencia para esta fundamental y sacrificada labor.
28 diciembre 2020 | Por Gabriela Quintana R.
El 14 de diciembre del 2020 el Centro de Estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Austral de Chile en la Sede Puerto Montt, apoyada por su Dirección de Escuela, dio inicio a una campaña social denominada “Regala Verde” la cual consistió en la entrega de cajas navideñas y regalos para familias en situación de necesidad que residen en el campamento “Esperanza”, ubicado a 2 kilómetros de Pelluco, en Puerto Montt.
Los/as estudiantes de Ingeniería Ambiental UACh en una actitud solidaria y humanitaria en su compromiso tanto con la sociedad, reconociéndola como parte del ambiente a proteger, desarrollaron esta campaña solidaria a través de las redes sociales virtuales, obteniendo un gran alcance y apoyo, principalmente, por estudiantes de la carrera, sus conocidas y conocidos.
El campamento “Esperanza”, está compuesto actualmente por 26 familias, con un total de 56 personas de diversas edades, y que durante años han soportado los embates del clima, las carencias, así como también intentos de desalojo por parte de distintos actores.
Luego de la recolección de los aportes, el miércoles 23 de diciembre a las 17:00 horas, representantes del Centro de Estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental, en compañía de su director de escuela, Mg. Diego Reyes, entregaron regalos, canastas navideñas y mascarillas a distintas familias que componen dicho campamento, respetando los protocolos sanitarios que exige la pandemia que aqueja este año. Es así como pudieron solidarizar con las personas que habitan campamento “Esperanza”, y entregar un momento de alegría, así como también aportar “un granito de arena” ante las necesidades identificadas en dicho lugar.
Según destacaron del Centro de estudiantes, “esta instancia, si bien ha dejado muchos momentos de felicidad, también hace un llamado urgente a sostener este tipo de actividades en el tiempo y no solo limitarlas a fechas puntuales”.
Según indicó el Mg. Diego Reyes, “las y los estudiantes realizarán en el mes de enero del año 2021, en una fecha por confirmar una segunda entrega de canastas familiares así como también una olla común para las familias, como forma de seguir colaborando y demostrando que su actitud solidaria persiste y se pretende sea extensiva en los meses futuros, abarcando así también otros grupos de personas que actualmente sobrellevan diversas necesidades.